viernes, 4 de junio de 2010

Silenciados los efectos reales del aborto


Siento el retraso del nuevo post, pero para los estudiantes universitarios, estas fechas son intensivas de estudio y exámenes, ruego que lo comprendan.


El sábado pasado, como todos los sábados, acudí al centro abortista a dar información a las madres, y caí en otra cosa muy curiosa, y es que la gente no tiene ni idea de los efectos reales del aborto.

Me encontré ante un chico cuya novia estaba abortando por tercera vez, él estaba un poco reacio a esa acción, pero ''entendía que era decisión de su chica'', como si el hijo no fuera también suyo. En fin, que yo me acerqué a él en el rato que salió a la calle a fumarse un cigarrillo, y le ofrecí las ayudas para el posible síndrome post-aborto, me miro extrañado y me preguntó ''qué efectos hay'' cuando empecé a listar posibles efectos: aumento de la posibilidad de volver a abortar, posible ruptura de la pareja, mal estar www.vidahumana.org/vidafam/aborto/sindrome.html se quedó pensativo y fue cuando me confesó que efectivamente, no era la primera vez que la mujer abortaba, y que efectivamente a veces la relación se hacía difícil.


La gente se piensa que los que somos pro-vida, solo nos ceñimos a la vida del niño y que no pensamos en la mujer, pero eso es falso, eso es justo lo que hacen los abortistas, se ciñen en ''quitarte el problema del niño'' y luego, no les vayas a reclamar nada, porque ellos han hecho ''su trabajo''.

Me gustaría que las feministas que exigen derechos para la mujer, pensarán un poco más y se dieran cuenta que no se le puede achacar todo el problema a la mujer, que es lo que se hace con el aborto: es su cuerpo, que ellas decidan, ¿pero qué tonterías son esas? El hombre está implicado en esa nueva vida, así que lo que tiene que hacer es apechugar con las consecuencias, porque lo otro, es aparentemente el camino fácil, pero es una muestra de ignorancia hacia la mujer, la cual cuando sabe que esta embarazada crea un vínculo con su hijo y el deshacerse de él no es más que el primer eslabón de una cadena de desgracias.


Yo cuando voy en representación de los provida, no pienso únicamente en la vida de ese niño que no ha tenido culpa ninguna, sino que voy más allá, pienso en la mujer y en su futuro, y una muestra de ello, es que mientras los centros abortistas una vez que abortas se olvidan de ti, los pro-vida seguimos ofreciendo la ayuda, pues somos conscientes de que ahora (una vez habiendo abortado) empieza lo duro.