lunes, 3 de mayo de 2010

A buen entendedor...


Puede que a alguno de ustedes le suene el nombre de Pablo Pineda. Algunos sabrán quien es y otros a lo mejor no. Bueno, pues yo os lo quiero presentar ya que he tenido la oportunidad de estar en una conferencia que dio en la Facultad de Educación de la UCM hace menos de un mes.

Pablo Pineda es una persona que a parte de acabar de hacer una película: Yo también, por la que ha sido galardonado por la interpretación, es también diplomado en maestro de educación especial, esta a punto de terminar la licenciatura de psicopedagogía y está preparándose para las oposiciones al Ayuntamiento de Málaga.
¿Qué tiene entonces esta persona de peculiar para que os la quiera presentar? Bueno, pues este gran hombre, tiene de especial que es síndrome de Down, para recalcar más, es el primer diplomado y futuro licenciado europeo con esta disfunción.

Cuando estuvo en la UCM, nos pusieron el making off de la película en la que él es el protagonista y luego él nos contó sus experiencias: lo que le costó, lo que disfrutó, etc. He de decir que es un hombre con un gran sentido del humor.

También aprovechó y nos contó lo que era para él un buen profesor: ‘‘Un buen profesor es aquel que sabe trabajar con todos’’.
Echó en cara los prejuicios que la sociedad tiene sobre las personas con discapacidades y añadió: “a la sociedad le queda mucho por avanzar. Hay que abrir la mente y actuar con más naturalidad […] Lo más difícil es demostrar a la sociedad que podemos”
Y luego pasamos a la ronda de preguntas, le preguntaron que con qué se quedaría él, si con el cine o con la educación y él aseguró que con la educación. Y ya llegó mi turno, en el que le pregunté que cuál fue la reacción de sus padres al enterarse que iban a tener un hijo con síndrome de Down y la actitud frente al aborto. La verdad es que aunque temía la reacción, me miro con su cara redondeada y sonriente y nos contó cómo fue (no es literal): ‘‘El médico no se lo dijo a mi madre, sino que fue a mi padre, para que veáis el machismo… luego mi padre fue el que se encargó de decírselo a mi madre, y su reacción fue la de llorar durante toda una semana, hasta que se dijo a sí misma que si derramaba alguna lágrima más iba a ser de felicidad y no de pena’’. Por supuesto lo del aborto no se lo habían ni planteado.

No sé qué pensarán los niños y hombres con discapacidades cuando se enteran de que ahora una mujer, por el mero hecho de tener un hijo distinto, tiene no solo la posibilidad de abortar, sino que encima se le facilita el aborto en lugar de facilitarse ayudas para poder sacarlo adelante.

Me cuesta creer que estemos viviendo en el siglo XXI, con todas las facilidades y un montón de estudios realizados sobre las distintas discapacidades y sus necesidades, y sin embargo tomamos la solución más sencilla: ELIMINARLOS…
Estamos viviendo en una sociedad egoísta en la que quieren meternos la comodidad en todos los aspectos, incluso en los morales, y nos creemos Dios decidiendo por la vida de los demás.

Gracias a Dios que aún quedan personas con un poco de sentido común como es Pablo, que no teme decir lo que siente: “Estoy orgulloso de ser Down. No hace falta llegar a lo que yo he llegado. Trabajar de barrendero es lo mismo que hacer una carrera. Lo importante es poder llegar a donde tú quieras”

http://cajamadrid.cronicasocial.com/anteriores/pg040426/comunidad/entrevista.htm

5 comentarios:

  1. ¡¡Yo he visto la peli!!!

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  2. Todos somos personas;)

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  3. Ostras, yo a este tipo le ví en un Congreso

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  4. Hay una peli muy buena, Le huitième jour cuyo protagonista está encarnado Pascal Duquenne un actor profesional SD. Y aunque no fueran así de espabilados todos tiene sitio en el mundo, que a todos los ama Dios ¿no?

    Un beso

    toñi

    http://www.adopcionespiritual.org/

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  5. Muchas gracias Toñi por la aportación, me informaré.

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